Situado en los picos rocosos de Ticino se encuentran los históricos castillos medievales de Bellinzona: Montebello, Sasso Corbaro y Castelgrande. Aunque los tres castillos y sus fortificaciones se han convertido en parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, no son solo las antiguas murallas las que dejan a los visitantes encantados, sino también las puertas de entrada que conducen a ellas.
El fotógrafo de arquitectura Simone Bossi decidió capturar únicamente la entrada del castillo, mostrando cómo un diálogo entre las formas orgánicas de la naturaleza y los refinados muros artificiales puede ser tan majestuoso como una fortaleza histórica.
El Castelgrande fortificado es un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO que se encuentra en las estribaciones alpinas de Bellinzona. La intervención brutalista, que fue construida por el arquitecto suizo Aurelio Galfetti y se considera uno de sus proyectos más aclamados, fue parte de un proyecto de renovación más grande completado en 1991. La entrada esculpida conduce a los visitantes a un ascensor que los lleva hasta la fortaleza. La entrada se ha comparado con la de un búnker, poseyendo las mismas características geométricas y brutalistas.
Respetando la complejidad de un proyecto tan majestuoso, sentí la necesidad de centrarme solo en este momento específico: el prólogo de la experiencia espacial, la entrada... Finalmente, me di cuenta de que hay algo en este poderoso espacio que no se puede decir, algo especial que no se puede limitar a una fotografía.
- SImone Bossi